El gobernador de la Florida y su subalterno, el Comisionado de Educación del Estado, están jubilosos lograron cumplir con las ordenes que dio el Presidente de los EE.UU. de abrir las escuelas para que los alumnos de todos los grados y niveles reciban las clases de forma presencial. El último distrito escolar que faltaba que cediese a la presión era el mayor de la Florida y el cuarto de todo el país: el de Miami-Dade.
Al parecer la amenaza de retirarle los fondos provenientes del Estado que andan por los 60 millones de dólares, desempeñó un efecto decisivo, el chantaje funcionó y los miembros de la Junta Escolar cedieron al mismo ─ 60 millones son 60 millones─.
Las presiones venían ejerciéndose de variadas formas desde hace dos meses y no solo recaían sobre el Superintendente y los miembros de la Junta Escolar sino inclusos sobre el sindicato de los maestros (UTD) que recibieron un tratamiento que correspondía al de un sindicato que actuase como los “Teamters” de épocas pasadas.
¿La investigación no completada sobre la donación que el proveedor de instrucción virtual ‘K12’ realizó por la suma de 1,6 millones de dólares a la organización sin fines de lucro del Superintendente Alberto Carvalho habrá desempeñado algún papel en toda esta trama? Quizás sí, quizás no, pero ese tema ha quedado como una asignatura, ya que hablamos de temas de educación, sin aprobar.
Los maestros también han visto las presiones burocráticas caer sobre ellos, aquellos que han alegado que no tiene las condiciones para volver a las aulas por razones tan diversas como la de tener niños pequeños, o familiares comprometidos por la edad o por alguna enfermedad, o ellos mismo tener una determinada condición que los hacen susceptibles a ponerse en grave riesgo en caso de contraer el Covid-19, la respuesta ha sido que pidan licencia sin sueldo.
En New York, con el distrito escolar más grande del país, se reanudaron las clases presenciales pero el resurgimiento de los casos positivos ya ha empezado a preocupar a las autoridades escolares y del gobierno de la ciudad; el alcalde Bill de Blasio señaló que si la tasa de los próximos 7 días supera el 3% tendrán que cerrar nuevamente todas las escuelas.
Esperemos que las autoridades correspondientes del Condado de Miami-Dade actúen con la misma rapidez y eficacia y en este caso, que es mucho más preocupante que la orden presidencial de no tomar en cuenta el criterio del CDC y reabrir los cruceros, no lo tomen con la ligereza con que aceptaron esa reapertura.
En definitiva si usted es tan desquiciado que quiere jugársela en un crucero ese es su problema, pero poner en riesgo a niños ya ese es otro tema que no puede ser valorado en 60 millones de dólares.
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