El salario de los maestros. Una comparación

Waldo Acebo Meireles

El próximo 3 de setiembre comenzaran las clases en Cuba, siguiendo una añeja costumbre de comenzar el primer día laborable de ese mes. En el estado de la Florida las clases han ido comenzando a partir de mediado de agosto, en diferentes fechas, de acuerdo a cada distrito escolar, pero esta no es la única diferencia.

En Cuba faltarán 10 mil maestros en las aulas, para una población de 11 millones, en Florida, con una población de 21 millones, faltaran 1.700 maestros de especialidades, de ellos 150 en Miami-Dade, como ESOL [English for Speakers of Other Languages]; Ciencias; Matemática; Física y otras.

La razón para esas carencias en ambos lugares parece tener un mismo denominador: el salario.

Por ejemplo en el condado de Miami-Dade el salario medio es de $54.810 que aunque está un 17% sobre el promedio nacional sin embargo no mantiene el ritmo del crecimiento del costo de vida en el sur de la Florida. Por otra parte los maestros se quejan de que tienen que gastar dinero de su bolsillo para comprar ciertos materiales escolares y de ese dinero, que puede sumar un promedio de más de $700 en el curso escolar, solo le retribuyen $250, o un poco más, el resto de los gastos los incluyen en su declaración de impuestos y son compensado hasta $200.

Algunos para subsanar esta situación se desempeñan como tutores en determinadas materias para alumnos desventajados cuyos padres pueden pagar ese tiempo que el maestro invierte extraclase, otros imparten cursos nocturnos en diferentes especialidades.

Esta situación ejerce un importante papel en la poca cantidad de jóvenes que deciden optar por una profesión docentes, a lo que se suma el costo lo cual desempeña un papel negativo en el cálculo de gasto y ganancia de la inversión en adquirir un título en esas carreras.

Sin embargo en general el personal docente mantiene un nivel de vida de clase media, la inmensa mayoría posee un automóvil, muchos son propietarios de sus residencias, una buena parte disfruta de sus vacaciones en hoteles, centros turísticos nacionales o en el extranjero, en general llevan una vida con mucho más que el mínimo para la supervivencia en las condiciones de la vida moderna.

En Cuba las diferencias son sensible, por ejemplo, los maestros no han pagado un peso por obtener sus títulos; no se ven en la necesidad de comprar ningún material escolar ya que aunque le falten hasta libretas y lápices no hay donde comprarlos y si se enferman no tienen gastos médicos, pero quizás no encuentren ni una aspirina en la farmacia o no haya placas de Rayos X en los hospitales; además no pagan rentas por los bajareques en que muchos viven, casas en plan de demolición, o en necesidad de una total y completa reparación.

Pero la diferencia mayor radica en que el salario medio en el sector de la educación es de 537 pesos lo cual equivale a  21.48 dólares al mes, es decir  0.72 al día, siendo el mínimo de extrema pobreza, de acuerdo al Word Bank de $1.90 y el de la pobreza moderada de $3.10 al día, es decir que los maestros cubanos viven por debajo de la más abyecta pobreza.

Condiciones suficiente y necesaria para para explicar la falta de maestros en Cuba, la deserción incontenible hacia actividades más lucrativas; la falta de interés de la juventud en optar por carreras docentes las cuales quedan para aquellos con el mínimo puntaje lo cual, lógicamente, repercute en la calidad de los egresados; el desarrollo de actividades de tutorías por aquellos docentes que buscan unos centavos más para estabilizar un presupuesto en equilibrio inestable; y finalmente el degradante incremento de la búsqueda de coimas en forma de dinero contante y sonante o regalitos, como alguna botella de aceite o una pastilla de jabón, a cambio de un ‘tratamiento especial’ a la hora de poner las notas de los exámenes.

Una similitud que hay que señalar es que la Ministro de Educación en Cuba es una mujer con títulos incluso de master en Ciencias de la Educación, lo cual desgraciadamente no le sirve para nada, por acá tenemos también a una mujer como Secretary of Education que aunque no sabe ni papa de educación y es una enemiga declarada de la enseñanza pública tiene como principal objetivo el darle a cada maestro una pistola.

Esta es la realidad a ambos lados del Estrecho de la Florida el problema y su solución es «It’s the economy, stupid».

Acerca del autor

Waldo Acebo Meireles
(La Habana, 23 de noviembre de 1943 - Hialeah, 23 de abril de 2022). Profesor de Historia, recibió la Orden Félix Varela por sus aportes a la enseñanza de la Historia de Cuba al introducir en la misma la enseñanza de la Historia Local. Es autor del manual para los maestros y profesores de las vías de vinculación de las historias locales a la enseñanza de la historia nacional. Contribuyó a la redacción de los textos de Historia para la enseñanza media. Como asesor del Instituto de Geodesia y Cartografía redactó el Atlas de Historia Antigua y Medieval. Autor de la Historia del Municipio de Arroyo Naranjo. Presidió la Comisión de Historia de la Provincia Habana. Fungió como vicepresidente de la Unión de Historiadores de Cuba. Como profesor invitado del Instituto Pedagógico para América Latina impartió cursos de post-grado y maestría. Hasta su fallecimiento trabajó en la investigación de la historia de Hialeah donde residió desde su llegada a los EE.UU.

Sé el primero en comentar en: "El salario de los maestros. Una comparación"

Déjanos un comentario

Su email no será publicado.


*